miércoles, 10 de noviembre de 2010

El libro de la risa y el olvido


Acabo de leer un extracto de un libro llamado “el libro de la risa y el olvido” de Milan Kundera, hablada que de pequeño reía con su hermana tan solo por querer reír, buscando risas forzadas lo que al final provocaba que realmente saliera a flote la de verdad, esa que nos deja con dolor en las costillas, sin aliento y los ojos llenos de lagrimas, pero ¿qué es la risa hoy en día en las organizaciones?, muchos la ven como la demostración de que alguien no es competente en su trabajo y además se toma sus obligaciones de manera irresponsable, lo se de manera personal , puesto que es lo primero me critican en mis evaluaciones de desempeño, lo cual siempre cuestiono, todos ven la risa como una amenaza para el cumplimiento de objetivos, pero si, demostrado nuevamente con mi ejemplo, los números se alcanzan, incluso se sobrepasan, ¿eso no demostraría que la risa no solo abunda en la boca de los tontos?, por que hacer un trabajo de manera que sea un sufrimiento, si una sonrisa, un buen chiste o tan solo el reír por un error puede lograr mejores resultados que los que se podrían alcanzar con reprimendas y malas caras.

La risa es sinónimo de alegría, será que no les gusta a la mayoría ser feliz, sentirse alegres?, pues bien, personalmente mientras más presionada estoy en mi trabajo más molesto y más me rio es una manera de sacar tensiones, además fomento que por un instante salgan del problema micro y lo puedan ver de manera macro, de esa manera se logra ver en qué lugar estamos fallando, logrando de esa manera un objetivo de la lista, solucionar problemas. La mayoría de las personas creen que siendo más serias y mas parcas alcanzaran de mejor manera sus metas tanto personales como profesionales, que con eso demuestran que son capaces de enfrentar de mejor manera situaciones que requieren su atención. Cada uno de nosotros jugábamos a hacer algo en la vida, cuando éramos niños, ya sea al cajero, al médico, al profesor, al micrero, al papá y la mamá, pero al momento de crecer y hacernos “responsables” olvidamos la satisfacción que nos entregaba el “jugar” a ser o tener una profesión, esa instancia de jugar es la que la dejamos a tras y no volvemos a retomar, pero es la que deberíamos aplicar en nuestros trabajemos, juguemos a trabajar a la oficina, juguemos a que hacemos un informe, aprendamos a reír nuevamente, a buscar el lado medio lleno de nuestro vaso diario y les aseguro que lograremos mucho más que tener un sinfín de tareas por hacer, puesto que es nuestra obligación.
Esto no quiere decir que nosotros como futuros líderes debemos dejar que todo se base en eso, pero debemos dejar que las mentes de nuestros colaboradores vaguen, por lugares desconocidos por un instante, que busquen la manera de encontrar divertido su trabajo y que no sea un tedio del cual lo único que quieren es cumplir para irse temprano a sus domicilios, además se les permitirá aplicar la “teoría del juego y la risa” en casa y les aseguro que tendremos personas más felices trabajando en nuestros equipos, que están dispuestos a buscar soluciones jamás pensadas, abriéndoles las puertas a soñar y buscar en ese mundo imaginario soluciones a problemas que según ellos no tienen solución.
Por tanto, los invito a dejarse llevar por la teoría de Patch Adams o la filosofía de Google… nunca se es demasiado viejo para volver a jugar y reír.

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